- Proporciona un ambiente adecuado:
La primera regla del Método Montessori es proporcionar un ambiente adecuado para el niño. Esto significa que debes crear un espacio seguro y preparado para que el niño pueda trabajar y aprender de manera independiente. Por ejemplo, puedes proporcionar estantes bajos y accesibles para que el niño pueda guardar y acceder a sus juguetes y materiales de arte, y una mesa baja para que pueda trabajar en proyectos.
- Fomenta la independencia:
Es importante fomentar la independencia del niño en su vida cotidiana. En lugar de hacer las cosas por él, enséñale cómo hacerlas él mismo. Por ejemplo, enséñale a vestirse solo, a hacer su cama y a preparar su propia comida. Al hacer esto, le das al niño un sentido de control sobre su vida y fomentas su confianza en sí mismo.
- Involucra al niño en las tareas del hogar:
Involucrar al niño en las tareas del hogar es una excelente manera de fomentar su sentido de responsabilidad y trabajo. Puedes pedirle que te ayude a preparar la cena, a lavar los platos o a hacer la colada. Asegúrate de que las tareas sean apropiadas para su edad y habilidades, y que las haga con tu supervisión.
- Fomenta la autodisciplina:
El Método Montessori también se centra en fomentar la autodisciplina en los niños. En lugar de castigar al niño por un comportamiento inapropiado, ayúdalo a desarrollar su autocontrol. Puedes hacer esto dándole opciones claras y limitadas, como "¿Quieres cepillarte los dientes ahora o en cinco minutos?" Esto le da al niño un sentido de control sobre su propia vida y ayuda a prevenir las explosiones emocionales.
- Celebra el esfuerzo, no solo el resultado:
Finalmente, es importante celebrar el esfuerzo del niño, no solo el resultado. En lugar de elogiar al niño por ganar una competición o por obtener una calificación alta, elógialo por su trabajo duro y su perseverancia. Esto le da al niño un sentido de valor propio y lo motiva a seguir trabajando duro y esforzándose.